Lo peor ya pasó, ahora esto es el infierno.

Simplemente, no se porque no me dan ganas de escribir no estoy ni mal para no hacerlo, me faltan las palabras. Vaya fechas que he aguantado, me invaden los rumores, las opiniones, los gestos solo se necesita mirar al frente y decir lo que sientes, aquellas voces que inundan mi mente de frases absurdas ahora se hacen notar tanto como los huesos que marcan mis caderas. Ahora el viento me hace daño, está en mi contra solo levantarme y es como ser un cubo de hielo, no soporto el frío, mis labios secos, mis ojos tristes y mi alma vagando en algún rincón de mi estupidez, pues eso siento cuando despierto intentando reunir los pedazos de aquel universo que añoré y que siempre quise tener en el fondo de este órgano vital, al que llaman corazón, ver cuando la sangre brota a distancias infinitas, lo que un día pudiste ser y no lo lograste porque la herida nunca sanó siempre dejó cicatriz. Camino por las calles húmedas de la ciudad, observando hipocresía, avaricia, envidia y escucho lo que murmuran se adueñan de fragmentos de la vida con el único objetivo de buscar las respuestas a todas las preguntas, eso es imposible lo mejor sería alejarse y vivir sumido en la soledad esperando que la última hoja del árbol descienda y toque el suelo de la fragilidad. Todo parece ser un sueño, el aire que besa mi piel viene cargado de dolor, angustia, desesperanza necesito reaccionar me siento impotente, no puedo ponerme en pie, no puedo gritar y salir de esta oscuridad que ataca mi tranquilidad, aniquila mis sentidos y evade la realidad. El espejo mi enemigo, sencillamente refleja un monstruo que abre sus alas y está listo para atacar, ser una criatura manipulable es tan cruel como mirar las estrellas y saber que más allá de tu pensamiento solo existen incoherencias, porque te contradices a la vida y te limitas a lo que tienes esas son tus armas no piensas que más allá de esta locura están esperando que cruces la línea de partida para romper todos los límites posibles, fingir que se es alguien cuando lo que tu mirada desea es expresar que no eres lo que todo mundo ve es no tener personalidad, es no tener el fuego que aviva la incandescencia de tu ser, necesito estar en paz, ser una hermosa flor en medio del pantano esperando que la lluvia caiga sobre ella, tocar el cielo con el último aliento, mirar mi alma con un simple rayo de sol, correr incansablemente detrás de las olas. Todo esto es impredecible pues en este mundo cruel no hay espacio para personas como yo, solo necesito una voz frágil que altere mis emociones y me de ese don de poder hacer cualquier sueño realidad, despertar una sonrisa en medio del llanto, desgarrar una mirada fuerte ante toda una multitud, cambiar el silencio por una sinfonía de alegre melodía. Esperaré paciente en mi rincón porque el día que ocurra eso será como si nunca hubiese existido el mal.