...Siento un profundo dolor en mi ténue alma, siento un vacío profundo que destroza mi respiración, se agotan mis ganas de luchar; pues que lucha tiene sentido si no hay por quién?, te vas y me abandonas en este pantano de emociones tristes que colisionan con el timbre de mi voz. Lo he comprobado y no soy libre porque dependo de ti, desapareces apuntando hacia mis errores y me enloqueces cuando me das la espalda, pues sin tu presencia nada parece tener sentido. Necesito que guies mi sendero y que en él me permitas refugiarme en tu corazón, déjame sentir tu esencia que me transporta a lugares inexplorables de mi corta inconsciencia, vives en mis pensamientos; ellos son tu hogar, tu refugio, mi alivio. Lo que cada día calma la sed de tenerte entre mis brazos, no dejes que me hunda, regálame tu tiempo que con indomable frialdad, sabrá escoger nuestro destino. Y en el lejano bosque plantemos con semillas de esperanza la posibilidad de la felicidad que rocía con tormentosa lluvia, nuestras fuerzas de sobrevivir a esta guerra efímera de sentimientos indomables, pues somos una sola partícula con la capacidad de lograr grandes triunfos, en este mundo traicionero que aparenta la cruel sociedad. Dame un minuto de tus horas para sentir que vives por mi, que tras mis largas venas recorres mi memoria anhelado mis frágiles besos y así terminará; esta mi macabra historia de sumisión ante eterna soledad...
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