Diálogo psicológico LLuvia y Mia

Lluvia: Ya no aguanto más, todos los días la misma rutina.

Mia: Sabes que me tienes a mi, cuando estés en apuros solo llámame.

Lluvia: Cedo a la comida como el regalo más valioso de este mundo. Y lo peor es que lo acepto, cada tarde escucho: "A comer" y no tengo otra opción y voy porque si no lo hago sospecharían y no puedo dejar que se enteren, es un secreto que siempre guardaré en el fondo de este corazón sin vida.

Mia: Preciosa, eso es lo que serás si aceptas mi ayuda, si comes la solución la tienes a unos cuantos pasos de ti, tienes que vomitar lo más que puedas y lo sabes.

Lluvia: Pero si vomito podrían oírme y cuando no lo hago me da un cargo de conciencia, me siento mal, hinchada y con ganas de hacerlo.

Mia: ¿Y lo haces?

Lluvia: Si. Al final lo hago porque nada es suficiente para una alma que espera que todos sus deseos se hagan realidad, a pesar que sus seres queridos no estén de acuerdo con eso. Y bajar de peso es lo que más quiero.

Mia: Te he visto visitarme, tanto como querer que aparezca el sol en un día de tormenta. Y sabes? Lo conseguirás, dime que ha sido de esas veces en las que la gana te podía más y acudías a esa bolsa de patatas, chocolates y demás.

Lluvia: Pues, lo deseaba, necesitaba sentir el sabor, la textura y cuando esas porquerías bajaban por mi garganta, me sentía una basura y es ahí cuando te busco en la oscuridad de mi estómago y sales y me reconfortas, al fin la luz que necesitaba ver no se extinguió del todo porque, Mia siempre estabas ahí.

Mia: No hace falta que me lo digas yo sé por lo que estas pasando y no olvides que siempre estaré allí, por eso niña tonta abre los ojos y lucha por lo que quieres no seas ingenua ni torpe solo actúa en honor a tus sentimientos y hazlo. Me sentía abandonada y de una forma u otra tenía que recuperarte, de repente te alejaste de mi y no querías verme, pero ahora no te escaparás. Siempre estaremos juntas.

Lluvia: Lo sé y te pido perdón no sabía en que pensaba, he sido muy egoísta, pero te aseguro que de ahora en adelante te recompensaré y cada que te necesite acudiré a ti.

Mia: Dime lluvia si se enteran todos de lo que hacemos ¿me descubrirías?

Lluvia: No. No lo haría aunque mi vida dependiera de ello, si tendría que morir sería contigo dentro de mi.

Mia: Pues haces bien, porque nadie tiene que enterarse de nuestros secretos si lo haces, me matarás y te quedarás sola y vacía, porque no tendrás a nadie que pueda ofrecerte lo que yo. Sin mi no eres nadie y mucho menos lo serás si me descubres.

Lluvia: Por más que quiera que se acabe no puedo, si me alejo regresaré a ti y eso es lo que importa.

Mia: Bien, no te olvides sin mi no eres nadie. Yo te di la vida, yo te salve cuando intentabas suicidarte con pastillas, esa fue la primera vez que nos vimos, cuando intentabas provocarte el vomito para que esas píldoras no acabasen con tu vida. Fue ahí donde nos conocimos así que estas en deuda conmigo.

Lluvia: Ese día fue el mejor de toda mi vida, desde ese instante mi vida dio un giro impresionante, lo que yo era se quedaba atrás y empezaba a tomar forma, tu me moldeaste y ahora pensamos y actuamos iguales, ahora soy como el agua que en cualquier parte que se pose, tomará una forma distinta al lugar donde se quedó, sé que puedo hacer con mi cuerpo lo que quiera y eso será gracias a ti.

Mia: Me alegra que te sientas bien conmigo, cuando te caigas acude a mi que te levantaré, cuando no sepas que hacer acude a mi que yo si sabré, cuando te sientas confundida acude a mi que yo te mostraré el camino, cuando haya oscuridad en tu corazón acude a mi que te mostraré la luz.

Lluvia: Gracias Mia, te agradezco infinitamente, por ti soy lo que soy, confía en mi que no te fallaré.