Nuevamente, caí en una terrible depresión que llegó al punto de agredirme físicamente, lo necesitaba desde hace mucho para reaccionar y creo que he logrado pisar la realidad. Me golpeé tanto que me quedé sin aire y al no ver los moretones seguía intentándolo hasta que mi piel se enrojeció, marcas no habían sino hasta el día siguiente, parecía que era una mujer maltratada por su marido. Que cruel es cuando te sientes con ganas de dejar todo y lo único que te cura es atacarte a ti misma para que detengas ese foco que se llama fantasía, por lo menos a mí me hizo reflexionar y darme cuenta, de que si sigo así no llegaré a cumplir lo que quiero. Como no me gustan las cicatrices que de por sí ya tengo muchas, bastó coger una bota y golpearme como si fuera una santa beata, me alivió mucho y comprendí que aún estoy a tiempo para cambiar. Solo pido disculpas por esta entrada, sé que a muchas personas les molestará, pero también sé que hay mucha gente a la que le ha pasado lo mismo. Perdón por las imágenes.
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